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SOY MADRASTRA, ¿CÓMO SOBREVIVIR?

 

Esta es una pregunta que tarde o temprano las Madrastras siempre nos hacemos en algún momento de nuestras vidas. Y es que al principio todo pareciera ser dulce e inofensivo, suave, sutil, colorido, agradable y melodioso, hasta que chocamos, en algunos casos de manera brusca y en otros casi sin darnos cuenta, con la realidad, léase bien, dije solo realidad, no lo acompañé de calificativos como triste o cruel, todo depende de los ojos que lo miren.

Este choque nos lanza a una dimensión desconocida, es como si nos eyectaran de este planeta hacia el universo, y comenzamos a flotar mientras vamos y venimos o damos vuelta en el mismo lugar, mientras observamos todo nuestro alrededor y vamos descubriendo cosas nuevas que pueden causarnos un poco de temor, porque no eran lo que esperaba, sacándonos de lo que muchos llaman la zona de confort.

Aterricemos esto a nuestra experiencia dentro de nuestra familia ensamblada. La dimensión desconocida inicia para muchas familias ensambladas cuando se formaliza la convivencia, permanente o temporal con sus integrantes, llámese pareja, hijos, hijastros, hermanos, ex parejas, etc. Es justo ese momento en que nos damos cuenta que en efecto no es un detalle que tengamos hábitos y costumbres distintas, por ejemplo, o que cada uno priorice en su escala, valores diferentes o que es una ingenuidad pensar que como los hijos/hijastros son niños y/o adolescentes son seres dulces, respetuosos, amorosos y sabrán adaptarse de manera automática sin contratiempos a la nueva realidad, cosa que es una verdad a medias, porque estoy segura que si son seres dulces y amorosos a pesar de sus eventuales expresiones que parecieran no reflejar esto que yo aseguro.

Igualmente lamento decir y reconocer que no es suficiente creer que porque todos tenemos un gran corazón, incluyéndonos nosotras las Madrastras, que por cierto lo tenemos de sobra,  todo funcionará  a la perfección como si esto fuera un piloto automático que nos conducirá a la felicidad plena con apenas algunos tropiezos y digo algunos tropiezos para no sonar extremadamente soñadora o irreal.

Entonces te preguntarás, ¿si todos tenemos un gran corazón por qué se generan los conflictos en nuestras familias ensambladas?

Por experiencia propia y mediante las actividades que ofrecemos, hemos notado tres principales desencadenantes de conflictos en las Familias Ensambladas, estos son:

1.- Sentimiento de Culpa

2.- Comunicación disfuncional

3.- Usurpación de roles

En este punto puedo casi adivinar lo que te está pasando por la mente, te estas preguntando, y dónde quedan:

– La diferencia de criterios en la educación

– La intervención constante de la Madre Biológica

– La pasividad del padre biológico de tus hijastros al no guiarles y corregirles

– La autoridad que asumen los hijastros que les permite decidir por encima de los adultos, etc., etc., etc.

La realidad es que estos últimos son la consecuencia de no corregir los tres principales desencadenantes de conflictos en las Familias Ensambladas, y vamos a ver por qué. Vamos a elegir ¨la diferencia de criterios en la educación¨ como ejemplo.

Primero reconozcamos que es una realidad que tanto tú como tu pareja tienen una educación  diferentes, hábitos distintos, costumbres y valores diversos. Pueden tener muchos aspectos en común, pero son diferentes. Aquí no hay duda.

Te pregunto, ¿esas diferencias son compatibles? (Espero que antes de haber decidido formar familia hayas calibrado todo esto, es una forma de limpiar el terreno sobre la cual van a edificar su familia) Existen diferencias compatibles y diferencias que no lo son. ¿Estas diferencias que no son compatibles son negociables?

Igual sucede con nuestros hijastros, hay una diferencia en cuanto a la educación, valores, principios y en la gran mayoría de los casos pueden ser manejados exitosamente siempre y cuando los adultos referentes tengan la habilidad y el deseo genuino de conseguir ese punto de encuentro en el que todos se vean reconocidos. El problema esta cuando estas diferencias son reforzadas de manera negativa por:

– El sentimiento de culpa de uno de sus integrantes, ese sentimiento que paraliza, calla, ignora, es permisivo, que cree que establecer limites es atentar contra la felicidad de sus hijos o,

– Por una comunicación disfuncional que destruye toda posibilidad de construir en conjunto la Identidad Familiar propia y única de la familia ensamblada, compuesta por costumbres, hábitos, valores, principios en los que todos se vean reflejados o,

– Cuando en medio de nuestras molestias ante tales diferencias pretendemos desconocer la presencia de alguno de los involucrados, por ejemplo a la madre biológica, bajo el argumento de que ella “es una loca” lo hemos escuchado innumerables veces, “está educando mal a su hijo, como es posible que lo deje comer pollo con las manos?? ¡¡Esto es terrible!! Cubiertos es lo que necesita y orden en su vida, ¡así va aparar en delincuente!” . Muchas veces en este punto lo que sucede es que la Madrastra trata de asumir a través de la imposición el rol de madre y esto es considerado usurpación de rol. Hago un paréntesis para compartir que hemos notado que en la gran mayoría de los casos, detrás de ese personaje que parece justiciero, ese que quiere defender a ese hijo de esa madre perversa, hay mucho miedo e inseguridad con respecto a lo que fue la relación pasada de su pareja con la madre de sus hijos, pero este es otro tema que da para muchas líneas.

Entonces, ¿Cómo sobrevivir?

Nuestra experiencia nos permite hacer estas tres recomendaciones iniciales:

  • Si alguno de los involucrados en la familia ensamblada reconoce sufrir de sentimiento de culpa, busque ayuda profesional a tiempo para que pueda ser un guía efectivo y eficiente en la vida de sus hijos e hijastros. Seria una de las mayores demostraciones de amor que pueda regalarles.
  • Practicar la comunicación asertiva que no es mas que elegir el momento adecuado para expresar de manera respetuosa aquello que te incomode, inquiete o simplemente tus deseos o aspiraciones. En este punto es importante aplicar técnicas de autocontrol, aprender a respirar y muy importante saber el objetivo de la comunicación, dejando abierta la puerta de los acuerdos esa en la que tú también estarías dispuesta a sede.
  • Reconocer el lugar que ocupa cada miembro de la familia ensamblada y extendida brinda seguridad y confianza, no importa que tan de acuerdo estes con la madre biológica o no, tu no puedes sustituirla a ella y ella a ti tampoco. Ella tiene su espacio de interacción con sus hijos y tu tienes el propio con tus hijastros. Dales lo mejor que puedas desde el amor y no lo condiciones a la presencia o no de la BIO.

Si eres madrastra o estas en vías de convertirte en una de ellas y hay algún tema que quisieras que abordemos, escríbenos a recontramadres@gmaill.com será un placer para nosotros intercambiar experiencia contigo.