
A quiénes de ustedes queridas madrastras se les encienden las alarmas cuando observan que sus hijastros no quieren compartir contigo, ni con su padre o sus hermanos y que prefieren estar aislados conversando o compartiendo con sus amigos; o cuando escuchan expresiones como: “¡Uy que fastidio!”, “¡No quiero!”, “¡Ahora no!”, “¡Mas tarde lo hago!”, “¡Que boomers!” (por aquello de las diferencias generacionales), a mí me ha pasado y he de confesarles que me desajustaba un poco, porque obviamente no era lo que esperaba, me había imaginado otra forma más armónico-fantasiosa de relación entre todos los miembros de nuestra familia incluyendo al preadolescente en cuestión.
Si este es tu caso también, lo primero que te invito hacer es a no tomarte su comportamiento como algo personal, y te voy a explicar por qué.
La preadolescencia es ese proceso de transición entre la niñez y la adolescencia, es decir es ese período entre los 9 y 14 años, en donde tanto hembras y varones experimentan cambios físicos y psicológicos importantes, que modifican su forma de relacionarse con su entorno.
Estos cambios en la gran mayoría de los casos no son procesados por el preadolescente a la misma velocidad en que suceden, lo que los conduce a un proceso de aislamiento en el que dan entrada casi que de manera exclusiva solo a sus pares que están pasando por la misma situación, porque es allí en donde se sienten comprendidos y confiados, evitando a los adultos del hogar, quienes tendemos a juzgar esas transformaciones de las cuales ellos mismos no tienen plena conciencia.
Algunas expresiones que hemos escuchado o dicho (Vamos hacernos responsables y admitamos):
“Mira ya le están saliendo bigoticos”
“oh, mírala que larga está”
“Si te agarra la adolescencia gorda te vas a quedar gorda para toda tu vida”
“Mira cómo te está cambiando la voz”
¿Recuerdas alguna otra frase que escuchaste durante tu preadolescencia o que has dicho recientemente?
Continuemos con el tema que nos ocupa en este momento…
Algunos de los cambios psicológicos y sociales esperados en la preadolescencia son:
1.- Contradicciones y comportamientos derivados del choque entre la niñez y la adolescencia.
2.- Experimentar deseos de mayor independencia
3.- Inclinación hacia el desarraigo familiar dando prioridad a la relación con sus amistades y pares.
4.- Comenzar a identificar imperfecciones de la autoridad por lo que dejan de idolatrar esta figura (madre, padre, adultos referentes)
5.- Incrementar la necesidad de integrarse a grupos de similares de la misma edad.
6.- Aumento de miedos e inseguridades por los cambios físicos que experimentan por lo que muchas veces evitan exponerse en entornos conformados principalmente por adultos.
Si comprendemos la etapa evolutiva de nuestros hijos e hijastros será mucho más sencillo armonizar la manera de relacionarnos con ellos.
Te dejamos una pequeña tarea querida Madrastra:
Evalúa en que etapa evolutiva están tus hijos y/o hijastros. Si no tienes información al respecto, escríbenos a recontramadres@gmail.com para orientarte.